14/3/09
Pintura III
Villiers-sur-Mer, crepúsculo, frío y aburrido naranja sonrosado, verde blanquecino, neutro, el mar como el lomo de una sardina y más pálido que el cielo. Línea de la rompiente marrón, los primeros charcos de agua reflejan el naranja, los segundos reflejan la bóveda del cielo; delante, arena color café, más bien oscura. (Cuaderno de notas de Edgar Degas)
Todos los sabios dotados de talento filosófico han observado los colores con una mirada desconfiada porque encarnan las leyes de la mutación, de la novedad, de la seducción, lo imprevisto del fenómeno contrariante y del destino efímero. (M. Brusatin)
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