Se llamaba Betsy Blair y unos meses después de que yo naciera rodaba en Logroño una película que reflejaba el mundo provinciano al que uno había llegado, un mundo de monjas, misas, miseria moral, mentalidad estrecha, muchos prejuicios y muchísimo tedio. La película era Calle Mayor, un vivo retrato de una pequeña ciudad muerta de provincias durante el franquismo, y Betsy Blair encarnaba a una solterona llamada Isabel Castro.
La dirigía Juan Antonio Bardem, comunista, un tipo que siempre me cayó antipático pero que hizo dos o tres películas perdurables. Creo que Calle Mayor es la mejor de ellas. Se estrenó en 1956 y recibió el Premio de
Ernest Borgnine y Betsy Blair en Marty
Betsy Blair nació en un pueblo de Nueva Jersey, trabajó como modelo infantil y a los 17 años bailaba en un club de Times Square en Nueva York. Así conoció a Gene Kelly, se casaron en 1941 y se fueron a Hollywood cuando él recibió una oferta. "Fue casi todo para mí: mi maestro como mujer y bailarina. Y me influyó en mis ideas de izquierda, aunque fui más radical que él". Betsy Blair tuvo pequeños papeles en Doble vida (1947) de Georges Cukor, Nido de viboras (1948) de Anatole Litvak o Un rayo de luz (1950) de Joseph L. Mankiewicz.
Betsy Blair en Nido de víboras
Simpatizó con el marxismo, se unió al Sindicato de Actores y colaboró con los comunistas. Y cuando llegó la caza de brujas la incluyeron en la lista negra. Como la investigaban por roja, estuvo a punto de perder el papel en Marty. Cuando terminó la película se fue de Estados Unidos. En 1957 se divorció de Gene Kelly: “¿Cómo pude dejar a Gene, ese hombre maravilloso, tras 16 años de matrimonio? Ese perfecto marido, padre, amigo, protector, proveedor, trabajador. Le amé y le admiré como el brillante actor y bailarín que era pero también por ser un buen hombre. A día de hoy, aún no puedo explicarlo. No tuvo nada que ver con el sexo, sino con la libertad.”Bardem la conoció en el festival de Cannes de 1955, adonde había acudido con Muerte de un ciclista, y ella con Marty, y le ofreció el papel de la solterona Isabel Castro en Calle Mayor. La primera reacción de Betsy fue negarse a trabajar en
Betsy Blair en el final de Calle mayor
Betsy Blair se casó con el director Karel Reisz y se estableció en Inglaterra. Trabajó con Antonioni en El grito y con los directores del nuevo cine británico. En 2003 publica sus memorias, The memory of all that: love and politics in New York, Hollywood and Paris (2003). Hace unos años leí unas declaraciones suyas que me parecieron especialmente significativas, porque nunca le escuché o leí comentarios parecidos a otros relevantes perseguidos durante la caza de brujas y miembros eminentes de la infame lista negra: "Los actores no fuimos quienes más pagamos en ese periodo. Muchos nos marchamos a Francia o México y reanudamos nuestra carrera. Hubo guionistas que siguieron trabajando para Hollywood con pseudónimos desde otros países. Los más castigados fueron la gente normal, que perdieron su trabajo y que no pudieron irse a ningún lado”. Betsy, la roja.
Dalton Trumbo, fichado
Ring Lardner Jr. (véanse sus memorias Me odiaría cada mañana), Alvah Bessie, Lester Cole, John Howard Lawson, Albert Maltz, Abraham Polonsky, Michael Wilson, Walter Bernstein, Herbert Biberman, Samuel Ornitz, Adrian Scott, Edward Dmytryk, Sydney Buchman, Hugo Butler, Carl Foreman, Dashiell Hammett, Lilliam Hellman (véase su libro Tiempo de canallas), Howard Koch, Donald O. Stewart…
Dalton Trumbo, con su mujer Cleo,
en las sesiones del Comité de Actividades Antiamericanas
en 1947
en las sesiones del Comité de Actividades Antiamericanas
en 1947
Unos pasaron por la cárcel, muchos perdieron su trabajo y escribieron con seudónimo, otros acabaron delatando a sus compañeros. El documental sobre Trumbo bucea en esos años de persecución y paranoia, de lealtad y traición, de escritura y censura en Hollywood. De la decencia y su precio.
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