11/5/09

Cuando 1 + 1 es 1


"De vez en cuando, esas autoridades anónimas de los periódicos, que desprecian a Stevenson con esa gracia tan lánguida, dirán que es muy vulgar y obvio [en El Dr. Jekyll y Mr. Hyde] eso de que un hombre sea en realidad dos hombres y pueda dividirse entre el bien y el mal. Por desgracia para ellos, no se trata de eso. La punzada real del relato no está en el descubrimiento de que un hombre es dos hombres, sino en el descubrimiento de que los dos hombres sean un hombre. (...) La clave del relato no es que un hombre pueda desvincularse de su conciencia, sino que no puede. La operación quirúrgica es mortal en el relato. Es una amputación de la que mueren las dos partes. Jekyll, aun al morir, declara la conclusión del asunto: que la carga de la lucha moral del hombre la lleva sobre sí atada y no puede eludirse. La razón es que nunca puede haber equiparación entre el mal y el bien. Jekyll y Hyde no son hermanos gemelos. Son, más bien, como observa uno de ellos con razón, como padre e hijo. Al fin y al cabo, Jekyll creó a Hyde; Hyde nunca hubiera creado a Jekyll; únicamente destruyó a Jekyll." (pags 41-42 de Stevenson de G. K. Chesterton, ed. Pre-textos 2001)


Robert Louis Stevenson


G. K. Chesterton

En el texto precedente se dan cita dos de mis debilidades literarias, una abosoluta y total por (todo) Stevenson, R.L.S incluido; la otra por (todos) los ensayos de Chesterton. Dos debilidades que contribuyen a hacer más imperdonable si cabe el no haber dedicado el tiempo necesario a aprender inglés. Pero aparquemos por el momento el aquel del flagelo. Todo esto viene a cuento de El Dr. Jekyll y Mr. Hyde. O más bien lo traigo aquí a propósito de la enésima versión para la pantalla de la obra de Stevenson, esta vez para la televisión. Pero esta vez parece como si hubieran leído a Chesterton además de la novelita (el diminutivo indica tamaño, no calidad: estamos ante una obra maestra de la literatura, hasta el exquisto de Nabokov estaba de acuerdo).


Imagen promocional de la serie Jekyll


Este fin de semana vimos Jekyll (2007), una serie de seis capítulos de la BBC creada por Steven Moffat en 2007, el guionista que ahora se trae entre manos la trilogía de Tintín para Steven Spielberg y Peter Jackson. Por lo visto también es el creador de Coupling (2000) una serie de comedia con treintañeros también para la BBC. Nos la recomendó nuestro hijo, entiéndase, no es que la pusiera por las nubes, como le pusimos nosotros The Wire (por cierto se pasó más de 300 kms camino de Lisboa desgranando los momentos de la serie de David Simon que tanto le habían gustado, y sólo había visto la primera temporada), sino que la consideraba una serie de calidad que valía la pena ver. Y eso hicimos.


Robert Louis Stevenson, 1885

Stevenson escribió Dr. Jekyll y Mr. Hyde en estado de trance, poseído por un sueño que definió como un "dulce cuento de terror", y el primer borrador le llevó apenas tres días, en el otoño de 1885. Cuenta la leyenda de RLS que quemó ese primer borrador para obligarse a escribirlo de nuevo, tan mal se sentía físicamente, postrado en la cama por un agravamiento de la tuberculosis y con frecuentes hemorragias. Escribió un nuevo borrador en otros tres días y trabajó en él aún mes y medio. Se publicó en 1886. Para Chesterton es una historia de Edimburgo por más que RLS la ambiente en Londres y subyace en ella el magma de una educación puritana por más que su autor estuviera lejos de ser un puritano. Desde luego, la represión sexual de la era victoriana cosntituye uno de los nutrientes que afloraban de forma explícita, por lo visto, en el primer borrador.

James Nesbitt como el Dr. Jekyll

La serie Jekyll reescribe la novela de Stevenson tirando de tres hebras. Por un lado, convierte al protagonista, Tom Jackman, en un descendiente del personaje literario al que dota de una existencia histórica: se desarrolla la hipóstesis de que Stevenson conoció realmente a un tal doctor Jekyll y, más aún, descubrió que el secreto de la transformación no estaba en la pócima. Tom Jackman es un científico actual felizmente casado con Claire y tienen dos hijos, pero Hyde empieza a manifestarse y para proteger a su familia debe aislarse y buscar la forma de controlarlo, o ponerle remedio. Por otro lado, emerge la componente sexual enterrada en el original literario, apuntando en la perspectiva del amor como factor psicogénico de Hyde, y finalmente despliegan la idea del interés que representaría un Hyde en el contexto de la experimentación genética actual. La trama genealógica de la serie no acaba de cerrarse de forma convincente y la trama científica se atropella, ambas debilidades afectan en particular a los dos últimos episodios.



Aún así merece verse. Podemos disfrutar de estupendas interpretaciones -un James Nesbitt (Jackman y Hyde) y una Gina Bellman (Claire) magníficos-, una brillante combinación de drama y comedia, unos diálogos con estupendos golpes de humor y una realización con garra, más próxima a los cánones cinematográficos que televisivos. Y merece verse también en cuanto producción de televisión modélica, que cuida los detalles desde el desarrollo de la historia hasta el diseño de produccción y luego es capaz de llevar a cabo un plan ajustadísimo de doce días de rodaje por episodio, un logro casi milagrosos para una producción con tantas localizaciones y requerimientos. Y entre todos esos detalles cabe subrayar el personaje de Claire que crece hasta convertirse en una mujer dura y vulnerable, o la evolución que experimenta Hyde, y por fin la decisión de convertir a Jackman y Hyde en un mismo personaje con sutiles -y decisivas- diferencias.

Gina Bellman

Jekyll se desarrolla en seis capítulos de una hora, así que podría considerarse una miniserie pero no estoy seguro de que no la prolonguen. El primer bloque de tres capítulos lo dirigió Douglas MacKinnon y el segundo Matt Lipsen. El diseño de la producción corresponde a Grenville Horner y la dirección de fotografía a Peter Greenhalgh. En el origen del proyecto estuvieron los productores Elaine Cameron y Jeffrey Taylor. Por lo visto Elaine quería producir un thriller sobrenatural y Jeffrey llevaba diez años queriendo producir una versión contemporánea de Jekyll y Hyde. Y encontraron a Steven Moffatt que ya había escrito una adaptación del libro de Stevenson cuando era un niño. Hasta aquí todo tiene la lógica de un sueño. Entonces Eleine, Jeffrey y Steven se juntaron a menudo para intercambiar ideas, escribir, reescribir. Un proceso largo, lento, pero esencial antes de que Steven Moffat se encerrara a escribir los guiones de Jekyll. Una serie de un solo guionista.


Steven Moffat

1 comentario:

  1. Steven Moffat es también autor de varios de los mejores capítulos ( y algunos se pueden ver solos, desligados del resto de la serie, como pequeñas películas) de la serie británica "Doctor Who". Sé que suena un poco "freak" recomendar algo así... pero esos capítulos (en imdb o la wikipedia de puede identificar cuales son, pero "Blink" o "Silence in the library" son pequeñas obras maestras) son una verdadera maravilla y un tanto superiores a la serie de Jeckill, que como bien comentas es muy interesante, pero con algunos peros...

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