4/3/10
El infinito en Recanati
El infinito
Siempre caro me fue este aislado cerro,
Y estos arbustos, que una buena parte
Impiden ver del último horizonte.
Mas, sentado y mirando, interminables
Espacios detrás de ellos, sobrehumanos
Silencios y una calma profundísima
Yo en el pensar me finjo; y casi entonces,
Se espanta el corazón. Y cuando el viento
Escucho susurrar entre estas plantas,
El silencio infinito a la voz esta
Voy comparando. Y en lo eterno pienso,
En épocas ya muertas, y en la viva,
Presente, y su sonido. Así en esta
Inmensidad se anega el pensar mío,
Y el naufragar en este mar me es dulce.
(Traducción de Eloy Sánchez Rosillo)
Todo se ha perfeccionado desde Homero hasta nosotros, salvo la poesía.
(Zibaldone de pensamientos. Ed. Tusquets)
Esto tienen de propio las obras de genio, que incluso cuando representan a lo vivo la nulidad de las cosas, incluso cuando demuestran de manera evidente y hacen sentir la inevitable infelicidad de la vida, incluso cuando expresan la más terrible desesperación, aunque sea un alma grande que se encuentra incluso en un estado de extremo abatimiento, desengaño, aniquilación, tedio y desesperación de la vida, o en las más acerbas y mortíferas desgracias (bien a causa de altas y graves pasiones, bien por cualquier otra cosa); incluso así, sirven de consuelo, despiertan el entusiasmo y no tratando ni representando otra cosa que la muerte, restituyen, al menos momentáneamente, esa vida que tenía perdida.
(Ibídem)
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Me gustan tus viernes.
ResponderEliminarBueno, esta la publicaste el jueves, pero yo acabo de leerla.
ResponderEliminarPues fijate que yo iba a poner lo que significa y pienso de este blog.
ResponderEliminarPara mi es algo parecido a cuando el finde espero con ansiedad el dominical de mi diario preferido, lo espero con ilusión porque nunca me defrauda.
Leo y aprendo de los artículos de dos o tres personas que me entusiasman.
Pd. No he leido a Leopardi, tengo que remediarlo
Precioso, recuerdo los paseos por Colle dell'Infinito, los versos de silencio y calma de Leopardi y suscribo su reflexión sobre el abatimiento.
ResponderEliminarsalud
Francesc Cornadó