Samuel Beckett, 1965
Samuel Beckett le leía a un James Joyce cegato fragmentos de la Divina Comedia. A cambio el autor del Ulises le dio un consejo de estética: la caída de una hoja tiene el mismo valor que la caída de un ángel. Quién sabe si desde aquel día Beckett empezó a pensar que las palabras son una forma de autocomplacencia y que escribir debe ser una forma de aprender a cerrar la boca. Borrarse. Silencio. Nada. Ante tanta desdicha sólo cabe habitar la última trinchera con humor:
CLIENTE. Dios es capaz de hacer el mundo en seis días y usted no es capaz de hacer un pantalón en seis meses.
SASTRE. Pero, señor, mire el mundo y mire su pantalón.
Y lucidez:
Ser artista es fracasar como nadie más se ha atrevido a fracasar...
Y soledad:
El artista que se juega el ser no es de ninguna parte, carece de parentela.
Entonces me quedé mirando por la ventana, porque, como decía Beckett, aunque no haya que escribir siempre hay algo que escuchar. Y escuché a Patti Smith colándose por una rompiente de nubes en el canto del horizonte más allá de la Illa de Sálvora.
Patti Smith, 1978
(fotografía de David Bailey)
Y me acordé de aquel verso suyo que cierra un poema de Babel:
Who was your teacher? Robert Bresson.
¿Quién fue tu maestro? Robert Bresson.
Pero la pregunta que de verdad me importa, la que no dejo de hacerme desde que vi Au hasard Balthazar (1966) hace más de veinte años, es otra: ¿quién fue tu maestro, Robert Bresson?
De dónde saliste, Bresson, pensamos después de ver Mouchette (1967).
Robert Bresson rescata
a Mouchette (Nadine Nortier)
Tenía razón Rohmer: Bresson no es un maestro, es un ejemplo.
Como Beckett.
Y el sastre.
Qué pasada de entrada y las fotos. Las fotos son magníficas...
ResponderEliminarLo del mundo y el pantalón lo debía saber un cliente de mi ex-jefe cuando llamó para exigir que le enviaran un pedido atrasado y cuando yo me disculpé como supe, osea mal, y el hombre perdió la paciencia me dijo con un acento catalán muy marcado:
ResponderEliminar-Señorita, es usted muy amable y muy simpática y me está atendiendo muy bien, eh? pero ¡collons!, un marroquí, con corrientes y vientos fuerza seis tarda ocho horas en llegar a la península y ustedes llevan casi tres meses para mandarme un puto encargo a Barcelona...
Que me encantó la entrada, Daniel, que fuera llueve y que me voy a escuchar a Patti Smith. Besos
Iba a escribir que esta entrada me había parecido maestra, pero quizás hoy sea mejor decir que es un inmejorable ejemplo de cómo ligar literatura, música y cine, si es que alguna vez han estado desligados.
ResponderEliminarMe ha gustado la cita, pero me cuesta leer "artista" y "fracaso" en la misma frase. Preferiría que ser artista fuera negarse a triunfar como todos lo hacen.
Un abrazo.
Yo soy de los que aman las películas de Rohmer .
ResponderEliminar“reproducir lo real encuentra el cineasta una herramienta para revelar la verdad y la belleza del mundo”
La primera vez que vi una película de Rohmer, sin saber nada ni del director ni de la película, me dije para mi, esta película es la vida misma, pero sin ser la vida misma.
Yo se cual es mi escuela y mi maestro favoritos, aunque sea en domingo…
Y el ejemplo lo veo cada vez que puedo asistir a clase...
Daniel, maestro, un abrazo
No dejo de disfrutar aquí. Gracias.
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