3/3/11

El bosque de abedules

Cuando era un niño temía asomarme a la boca del pozo. Pero no podía resistir la tentación y me debruzaba sobre el brocal temblando ante la inminente presencia del doble que me contemplaba desde el fondo del pozo, acorazado en el silencio quieto del agua. Aquello no era un espejo, era la pura imagen del otro lado de las cosas. Pero no me contaba nada de las antípodas. Sólo me miraba, impasible. Como si yo no fuera con él. Pero yo temblaba y sólo podía conjurar el hechizo destruyendo la imagen de una pedrada. En el fondo del pozo de la casa donde nací hay un lecho de piedras, testigos de mis encuentros con el más allá. Con el Otro.


A veces me despierto en la noche y no pudiendo asomarme al pozo de mi infancia, como Ana en El espíritu de la colmena, busco un poema, y al leerlo me da la impresión de que yo me he convertido en mi doble en el espejo del agua y el poeta es el niño que fui, que tira piedras como palabras para decirme que está ahí, que no estoy solo, que sabe de mi silencio, que me escucha. Que me ve.


Como supo de mí esta noche y me escuchó y me vio Adam Zagajewski con tres pequeños poemas sobre asuntos minúsculos, casi domésticos, con su melancólica celebración de la existencia, y aun de las pérdidas, porque ellas son las huellas memoriosas de lo habido. Nunca levanta la voz y destila serenidad, no se arruga ni afila cuando, diríase que al acaso, aflora una iluminación, el fulgor de una presencia en el aquel de manifestarse, o como entendía Czeslaw Milosz la epifanía, que interrumpe el fluir del tiempo cotidiano y se adentra como un momento privilegiado en el que se produce una comprensión más profunda, más esencial de la realidad contenida en las cosas o en las personas.  

Qué buscamos en un poema sino una certeza, por temblorosa que sea. El cobijo del desamparo. Y la promesa de que no estamos solos. O si solos, al menos en compañía de los solitarios. Por eso, a veces, el poeta parece un labrador que, cavando un surco, encontrase un cuenco enterrado y tomándolo en las manos, tan cuajadas como el barro cocido, vislumbrara el destello cristalino del agua que un día alivió la sed de sus ancestros. Tiene sentido, porque para Adam Zagajewski la poesía es un camino que transitamos en busca de un resplandor que se comparte en voz baja, como una confesión íntima. En un bosque de abedules.


Que me sabe no reconciliado. Que me devuelve al joven panadero que fue mi padre. Que escucha mi silencio. Que me ve.

CIRCO

Mira: tu deseo cuelga del trapecio.
También eres tú el payaso, y el tigre domado
que pide clemencia te recuerda a alguien.
Hasta te gusta la música
barata de feria, parece
que empiezas a conciliarte
con tu época (si lo hacen todos,
¿por qué yo no? dices).
Pero ¿por qué han instalado la carpa
del circo en el antiguo cementerio?


PANADERÍA

Un joven y orgulloso panadero con su camiseta
sin mangas (en los brazos tiene marcas de harina, como
polvos en la cara de un actor) observa con amabili-
dad a los clientes. Sonríe sutilmente. Él que conoce
el secreto del pan...


ALLÍ DONDE EL ALIENTO

Está solo en el escenario
sin ningún instrumento.

Se pone la mano en el pecho
allí donde nace el aliento
y donde se apaga.

No son las manos que cantan,
ni tampoco el pecho.

Canta lo que está callado.


(Los poemas, traducidos por X. Farré, podéis encontrarlos en Deseo de Adam Zagajewski, publicado por Acantilado.)

6 comentarios:

  1. Jolines Daniel, cómo me ha gustado leer esta entrada. Está genial. De la mejores.
    Un abrazo

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  2. Que lealtad la de "El otro"...que nos sigue viendo y nos reconoce después de todas las veces que lo rompimos a pedradas :-)

    Que precioso post. Un beso

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  3. El cobijo del desamparo. Y la promesa de que no estamos solos. O si solos, al menos en compañía de los solitarios,esto es lo que para muchos representa la poesía,pero la poesía es algo más:arte ,sentimientos,emociones,representación ,lenguaje,imagen...
    Adam Zagajewski "la poesía es un camino que transitamos en busca de un resplandor que se comparte en voz baja, como una confesión" íntima.¡Qué sutileza!
    Han pasado algunos días en mirar por esta ventana,el tiempo corre y aunque tarde ,deseo felicitar a ÁNGELES ,poco se de ella:le gustan las rosas,leer,el cine ,la buena música ,hablar y descubrir a su hijo,trabajar,preocuparse por sus alumnos,recordar el pasado,disfrutar de los días de playa y de la lluvia...y ser la musa y el aliento de muchas de estas entradas.Al menos esta es la imagen que yo me formé.
    Un saludo muy grande para los dos

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  4. No tengo palabras. No es de extrañar. Es viernes. Etoy queriendo empezar a trabajar -a escribir- en casa. Llovizna. Y encima acabo de leer esta entrada, estos poemas. Tienes la culpa de que me cueste arrancar.
    Un abrazo.

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  5. Bien por ti, Daniel, y bien por Zagajewski, un grandísimo poeta y escritor.

    Te recomiendo, si no lo has leído ya, "En la belleza ajena", un espléndido dietario lleno de hallazgos.

    Abrazo.

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  6. He vuelto. De nuevo he leido.

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