30/4/10

Adónde van

He despertado a las seis y cuarto. Antes de lo que pensaba. Me pasa siempre que tengo que dar clase. Hojeo y ojeo el libro de Tonino Guerra que traje en la maleta. Encuentro este poema titulado Los tres platos:

UN campesino cuando se dio cuenta de que su mujer
lo había engañado mandó poner la mesa para tres. Y
desde entonces comieron mirando el tercer plato
vacío ante ellos.

Parece un poema de guionista. Y lo es, claro. Para mí no existe una diferencia profunda entre escribir poesía y escribir guiones, ambas conducen a lo mismo: la creación de imágenes. Un guionista debe tener mil imágenes en su cabeza para conquistar a hombres como Fellini o Antonioni. Eso dice Tonino Guerra. Como las clases van de o sobre guión (en un curso para animadores, entiéndase, de películas de animación) quizá pueda hacer algo con esta historia de miradas inscritas en un triángulo de platos.

He despertado pensando en las primeras palabras que le escuché decir a mi madre. No me acuerdo. Voy a tener que inventármelas. Esta madrugada, antes de dormirme, leí estas líneas de El emperador de Occidente de Pierre Michon:

Como para cada uno de nosotros, su más antiguo recuerdo era su madre, o tal vez el esfuerzo que hizo por sustraerse a su madre.

Y hace nada me llevo a la boca este poema de Tonino Guerra con el aquel de que bendiga o mejore lo que pueda contarle a los alumnos esta mañana, se titula ¿Dónde vas?:

LAS primeras palabras que escuché
en mi vida
fueron: "¿Dónde vas?".
Estábamos en un terrado mi madre y yo
sentados en los sacos
del maíz.
Entonces yo tenía sólo un año
y no sabía
qué eran las palabras
ni adónde iban a parar.

Eso digo yo, adónde van.

5 comentarios:

  1. Bella y brillante reflexión... realmente el guión se despliega a medio camino entre el drama y la poesía; no es fácil descubrirlo... y mucho menos aplicarlo. Como diría Sócrates, cuantas más cosas sé (o me vas descubriendo), más vértigo siento ante lo que me queda por saber (ese agujero en la arena que, por bien o por mal, jamás se llenará).

    ResponderEliminar
  2. Hasta hace poco no conocia nada de Tonino Guerra, ahora sí gracias ti y a Elías Moro.

    ResponderEliminar
  3. Me pregunto muchas veces, y más siendo madre, si los que ahora tienen eso, seis-siete años, el día de mañana reflexionarán como hicimos y hacemos nosotros. Hay días en que me vuelvo pesimista pensando en ello.

    Bueno, que me voy por otros lados... la cosa es que me han encantado esos últimos versos, pero creo que sí sabemos dónde van. Nos las guardamos, pero eso sí, sin saber por qué unas sí y otras no. Misterios.

    Bicos

    ResponderEliminar
  4. Muy buenos los poemas. Y eso de que dices de los poemas y los guiones. Un poema de guionista. Un guión de poeta.
    Concebir poéticamente la creación. Lobo Antunes escribió que concibe sus novelas como poemas. Se nota. No tiene que ver con lo cursi. Más bien, con la libertad.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Gracias de nuevo, Daniel, por el gran Tonino, ese poeta y guionista de la vida -¿qué es la vida sino un guión inconcluso?-, de las cosas más cercanas y sencillas.
    Sólo porque Madison lo haya conocido a través nuestro ha merecido la pena.

    Abrazos.

    Elías

    ResponderEliminar