De las cartas de Flaubert a Louise Colet:
Croisset. Sábado, 12 de junio de 1852.
Todos mis orígenes se encuentran en el libro que me sabía de memoria antes de saber escribir, Don Quijote...
Lunes por la tarde, 22 de noviembre de 1852.
A propósito de lecturas... los domingos Don Quijote. (...) Lo que hay de prodigioso en Don Quijote es la ausencia de arte, y esa perpetua fusión de la ilusión y de la realidad que hace de él un libro tan cómico y tan poético. A su lado, ¡qué enanos, todos los demás! ¡Qué pequeño se siente uno, Dios mío! ¡Qué pequeño!
Croisset. Noche del lunes, doce y media, 6-7 de junio de 1853.
Hay algo a lo que es necesario que te acostumbres, y es a leer todos los días (como un breviario) alguna cosa buena. A la larga penetra. (...) El talento, como la vida, se transmite por infusión.
En las ruinas de una librería de Londres,
después del ataque aéreo del 8 de octubre de 1940.
Puestos de libros de la calle Kuznetsky en Moscú, 1941.
(Fotografía de Margaret Bourke-White.)
Fotografía de Josef Koudelka
Fotografía de Jesse A. Fernández
Fotografía se Sune Jonsson
Fotografía de André Kertész
Fotografía de Fernando Scianna
Fotografía de Garry Winogrand
Fotografía de Bruce Davidson
Ilustración de Adrian Tomine
para la cubierta del The New Yorker
del 8 de noviembre de 2004
No hay comentarios:
Publicar un comentario