4/5/13

Retoños de lo invisible


Dibujar y contar son formas de mirar. Formas de atención. Lentes para observar algo que pide ser dibujado, una historia que implora ser contada. Dibujar y contar conjugan distancias del mirar. (Distancias, como declinaciones del mirar.) Mirar acerca. Dibujar y contar devienen momentos de un mismo movimiento. Promesa y profecía. Una cita secreta y un adiós. Viáticos de lo invisible. Contrabando de esperanza. Dibujar y contar dejan en herencia formas de prestar atención. Somos retoños de los relatos que nos han conmovido. Que nos han soñado. Que nos han alumbrado.

Me pregunto por qué no tomaron nota 
de esta cubierta en la edición española.

Dibujos e historias -campesinos de los adentros- pespuntan El cuaderno de Bento, la conversación (inacabada e inacabable) de John Berger con (Bento) Spinoza, el cuaderno de dibujo -perdido, recordado, imaginado- del filósofo y pulidor de lentes soñado por el escritor; al fin y al cabo, dibujar y contar sirven para acompañar a algo invisible hacia su destino insondable.


(Con el maestro en la memoria, prendida en los amarillos que Ángeles vela en el jardín, veo acercarse el gato de la aldea que viene a visitarnos a la hora del crepúsculo, acaso de vuelta de alguna selva. Luego se va a dormir a una de las páginas de Berger en El cuaderno de Bento, quién sabe si un sueño de tigre.)  

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