9/6/13

El amarillo jaramago



Supongo que los de mi generación fuimos los últimos en encontrar, en los manuales de Literatura Española del bachillerato, la Canción a las ruinas de Itálica del barroco Rodrigo Caro a propósito de las ruinas del Tiempo: Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora / campos de soledad, mustio collado, / fueron un tiempo Itálica famosa. Y unos versos más abajo: Este despedazado anfiteatro, / Impío honor de los dioses, cuya afrenta / Publica el amarillo jaramago, / Ya reducido a trágico teatro, / ¡Oh fábula del tiempo! representa / Cuánta fue su grandeza y es su estrago. Parece mentira pero fueron estos versos aprendidos en un libro de texto en la infancia lo que me llevó a visitar aquel teatro casi veinte años después, la primera vez que viajamos por Andalucía. Esta noche soñé con aquel viaje pero, al despertar, mientras recordaba los versos de Rodrigo Caro, llegó también prendida en la memoria, como pasa con las cerezas, la respuesta de Fabio en uno de los pecios de Ferlosio que prefiero (en Vendrán más años malos y nos harán más ciegos):

(Fabio a Rodrigo Caro) Rodrigo, la hermosura de las ruinas que me cantas no está en el siempre odioso recuerdo de un imperio, sino en el gozo de ver reflorecido, sobre el cadáver de la bestia misma, el amarillo jaramago.

Que yo recuerde, el amarillo no se presentó en el sueño. Pero esa ausencia llamó por su memoria nada más abrir los ojos. Debía echarlo en falta, para el sol de esta mañana colmada de grises.


(La imagen del amarillo jaramago la encontré en Desde Alájar.)

1 comentario:

  1. Menudo material para bachillerato... como para que luego la gente lea..

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