El abrazo. Egon Schiele, 1917Ángeles me tendió el periódico para que leyera la noticia.
Ayer, los bomberos de Vigo entraron en el sexto piso de un edificio del barrio de Coia. Olía muy mal. Encontraron a una pareja de ancianos de unos ochenta años en estado de descomposición. Abrazados. Él llevaba quince días muerto. Ella, cinco. Vivían solos y no tenían hijos. Cuando él murió, ella convivió unos días con su cadáver. Hasta que se tendió a su lado en el suelo, lo abrazó y se dejó morir.
Cuántas historias destila ese abrazo.
En silencio.
Como ella sola.
"...serán ceniza, más tendrán sentido
ResponderEliminarpolvo serán, más polvo enamorado"
Un abrazo grande, Daniel.
Daniel: hermoso y terrible, el amor y la soledad, gesto y palabra.
ResponderEliminarY la muerte planeando por encima de todo.
Un fuerte abrazo.
Elías
En silencio...
ResponderEliminarUn saludo
La Naturaleza Humana imita al Arte.
ResponderEliminarAbrazo.
Su dios había muerto, la diosa, ya sin dios, se va con él.
ResponderEliminarSí que destila, sí..., por no decir que supura (y perdón por el humor negro). Hermosísima historia de todas maneras. Cualquier compañía es buena para no sentirse sólo en ese tránsito.
ResponderEliminarSiento gran empatía por estos comentaristas que escriben "Naturaleza Humana" y "Arte" con mayúsculas y "dios" en minúsculas.
Un abrazo afectivo y vital para todos.