Un ojo tajado. El umbral de la obra de Buñuel. Una mirada abierta en canal, un ojo tachado. Un gesto de advertencia: si quieres ver, ven y verás... lo que no está escrito. Pero necesitas otros ojos, otra mirada para ver Un perro andaluz. Para ver lo que estaba por venir. Era 1929.
Casi medio siglo y treinta películas después, Buñuel rueda su última película, Ese oscuro objeto del deseo (1977).
Buñuel dirige a Fernando Rey y Ängela Molina
en Ese oscuro objeto de deseo
El último plano rodado por Buñuel en Ese oscuro objeto del deseo remite a aquella imagen: una mano de mujer cose el desgarro de un retazo de camisón ensangrentado. Aunque pertenece al final de la película, no es su último plano; pero es el último plano filmado por Buñuel. Le gustaba mucho ese plano, cuenta su guionista Jean-Claude Carrière. Tanto le gustaba, que dos semanas después de acabar el rodaje volvió a filmarlo. Para darle un último acabado a esa imagen. Buñuel preparó el plano con primor. Con sus propias manos.
Como si misteriosamente -escribe Carrière- hubiera deseado clausurar, cincuenta años después, aquella primera herida, tan profunda. Entre ambas, el abismo, el gran secreto.
Como si al fin considerara que ya nos había curado los ojos y ya podíamos ver otra vez con ellos. Y mirar.
Su último suspiro en el cine fue un último zurcido.
Maravilloso.
ResponderEliminarQué fina mirada a Buñuel por el ojo de la aguja!
ResponderEliminarLo importante no es tanto que sucedan estas cosas, que lo es y mucho, sino que no pasen desapercibidas, que alguien nos las cuente.
ResponderEliminarOtra vez gracias.