14/7/09
A otro país
A uno le pedía el cuerpo irse hasta algún remoto confín austral, Valparaíso o Usuhaia, pero al cuerpo no se le puede dar todo lo que pide porque enseguida se encapricha, así que lo disciplinamos con un viaje corto pero significativo, porque a Tui, en realidad, uno no viene sino que vuelve, regresa al pasado, y aunque los veranos aquí suelen ser asfixiantes, la memoria, decía el otro, es un país donde siempre llueve, y lo que es más importante, como decía L. P. Hartley en El mensajero, el pasado es un país extranjero: allí las cosas se hacen de otra manera. Si a eso añadimos una débil (y lenta) conexión a internet, todo conspiraba a favor de una obligada desconexión. Además, he empezado a leer aquí Guerra y paz, que representa en sí mismo todo un viaje o, más bien, Tolstoi reclama que uno se traslade a vivir allí una temporada, y he desatendido esta escuela. Pero creo que a todos nos vendrá bien tomarnos un respiro, de nosotros, de esta escuela. Y volver. Eso sí, quién sabe si al presente o a otro país.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡Vuelve pronto!
ResponderEliminarDesde un rincón cibernético ,desocupándome y ocupándome de todo.
ResponderEliminarDisfruta del verano.
Un saludo