3/4/15

El cine, de luto


Ángeles se acerca despacito con la noticia de la muerte de Manoel de Oliveira. Acaba de escucharlo en la radio.

Las manos de Manoel de Oliveira.
(Fotografía de Alfredo Cuña.)

Me quedo un rato a oscuras alumbrando imágenes de Aniki Bóbó, Acto de Primavera, El pasado y el presente, Amor de perdición, Francisca, Valle Abraham, El convento, Palabra y utopía... O esa escena maravillosa hacia el final de Una película hablada: la conversación entre las cuatro mujeres -Leonor Silveira, Catherine Deneuve, Irene Papas y Stephania Sandrelli-, hablando en cuatro idiomas distintos... Decía Raymond Bellour que el cine de Manoel de Oliveira era la civilización.

Fotograma de Aniki Bóbó.

En Sí, ya me acuerdo..., esas memorias impresionistas -de viva voz- de Marcello Mastroianni leo:
Manoel de Oliveira tiene ochenta y ocho años. Yo no he visto ninguna de sus películas, pero lo conozco por su fama, ya que está considerado un santón del cine internacional. La oportunidad de trabajar con un hombre de ochenta y ocho años me ha parecido un privilegio. Trabajar con un director de treinta o treinta y cinco años es lo normal. Pero, Dios santo, ¡ochenta y ocho años! Resulta hasta irritante, por su energía. Por la mañana, a las ocho ya está en la piscina dándose un baño, y hace frío, ¡vaya si hace!
Era septiembre de 1996. Marcello Mastroianni cumplió 72 años cuando rodaba con Manoel de Oliveira Viaje al principio del mundo en el norte de Portugal  -en Valença, Castro Leboreiro...-, mientras su amiga Anna María Tatò rodaba Sí, ya me acuerdo... Marcello Mastroianni murió en diciembre de ese año, Viaje al principio del mundo fue su última película.

Fotograma de Viaje al principio del mundo.

Manoel de Oliveira siguió rodando hasta ayer mismo, como aquel que dice, cuando murió a los 106 años, en Oporto. ¡Ciento seis años!, ya te vale, diría Marcello. El pasado diciembre Francia le había entregado la Legión de Honor. Han declarado luto nacional en Portugal. ¿Verán más sus películas ahora que ha muerto? Hace nada veía uno La carta (1999). con Chiara Mastroianni, y se quedaba prendado...

Oliveira dirige a Chiara Mastroianni en La carta.

Hoy Godard, Erice, el amigo Xurxo Chirro se sienten un poco más solos. El cine se ha quedado un poco huérfano. Y esta escuela ha perdido a uno de los maestros.

Oliveira en Lisbon Story, de Wenders.

Una vez, Manoel de Oliveira le contó a Godard:
Lo que amo del cine es la saturación de signos magníficos que se bañan en la luz de su ausencia de explicación. Por eso creo en el cine.
   

1 comentario:

  1. Solo he visto de Oliveira El valle de Abrahám, y no obstante su extensión temporal tengo un grato recuerdo. Me gustaría localizar otros films y verlos, naturalmente con subtítulos, porque no puedo privarme de la audición portuguesa, que siempre es un lujo. Admito sugerencias sobre lo más interesante de su creación para acceder a ella.

    Gracias por esa reseña. Saludo cordial.

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