Niágara (1953) de Henry Hathaway
Reanudamos la serie dedicada a los carteles de cine con una muestra de la obra de Boris Grinsson, un artista judío que dejó Rusia cuando los bolcheviques tomaron el poder y se estableció en Berlín donde empezó a diseñar carteles de películas, pero en cuanto los nazis llegan al poder sale pitando hacia París (ya se había retratado con el diseño de un cartel en el que representaba a Hitler como un ángel de la muerte). Durante la ocupación nazí de Francia sobrevive trabajando en el campo y pintando murales en bares, bailes y cines. Tras la segunda guerra mundial se dedica ya por entero al cartelismo cinematográfico y se convierte en uno de sus más fértiles ilustradores.
El cartel de Los cuatrocientos golpes (1959) de Truffaut figura como su obra emblemática.
El cuervo (1942) de Frank Tuttle
Los pájaros (1963) de Hitchcock
Black Spurs (1965) de R. G. Springsteen
Le plaisir (1952) de Max Ophüls
La dama de Shanghai (1948) de Welles
Dos cabalgan juntos (1961) de John Ford
007 contra el Dr. No (1962)
de Terence Young
Dos versiones del cartel de Un maldito embrollo
de Pietro Germi
Quatermass and the Pit (1967)
de Roy Watd Baker
Laura (1944) de Otto Preminger
Matar a un ruiseñor (1962)
de Robert Mulligan
Flecha rota (1950) de Delmer Daves
La mosca (1958) de Kurt Neumann
Vértigo (1958) de Hitchcock
The Uninvited (1944) de Lewis Allen
Frankenstein creó a la mujer (1967)
de Terence Fisher
La ley del silencio (1954) Elia Kazan
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