16/1/12
Hace falta el cine
En la fotografía vemos a Birgitte Federspiel con Dreyer, en un momento del rodaje de Ordet (La palabra, 1955). Ella encarna a Inger. Debajo, podemos verla en un fotograma de la última escena de la película, el plano después del milagro: 1/24 de segundo, un latido de lo inefable.
Un día me preguntaron por qué hace falta el cine. Fue como si me hubieran preguntado por qué hago falta yo. ¿Qué se puede decir? Cuando encontré esa imagen de Birgitte Federspiel con Dreyer -creo que no hay fotografía de rodaje que me guste más, quizá tanto, pero más ni por asomo-, vi la respuesta, sólo que... no había, no hay palabras. Ante esa mirada de Birgitte Federspiel, la Inger de Ordet, entendemos que Godard invocara lo indecible para formular aquel aforismo: el cine no es un arte ni una técnica, es un misterio. ¿Quién mira a Dreyer, Birgitte o Inger? Quizá ninguna de las dos, quizá una mirada en el tránsito de encarnar el deseo de otra mirada, en el aquel de Birgitte de que Dreyer la vea como la Inger que quiere ver, aunque él no sepa quién es esa Inger hasta que la vea, después del milagro. Lo que vemos en la mirada de Birgitte es una plegaria por Inger, y su mano busca la de Dreyer para que la lleve hasta ella, dondequiera que se encuentre. Tan lejos como a un paso. Tan cerca como a años luz. Sólo sabe que ella sola no encontrará esa mirada. Pero tiene fe. En Dreyer. En la mirada de Dreyer. Ésa es la única certeza de la mirada de Birgitte. O de Inger. Sólo sabe que van a filmar un milagro.
Y como es un misterio, las palabras se anudan en la emoción y lo envuelven como un sudario de silencio. Entonces, nadie lo dijo (escribió) mejor que Godard (sobre la imagen de La playa de Saint Aubin-sur-Mer de Courbet) en sus Histoire(s) du cinéma -y pareciera pensar en Birgitte/Inger, en Dreyer, en Ordet-, entonces hace falta el cine...
Porque el cine es un misterio de lo visible. Y ve lo que no se puede ver. Para que veamos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hace falta el cine y quien lo cuente -que cuente lo incontable- tan bien como tú lo haces.
ResponderEliminarQue tu escuela cumpla muchos domingos más.
Abrazo grande.
"...uno de los momentos más misteriosos de la historia del cine, allí donde lo intangible -¿el verbo?- se ha manifestado en toda su pureza."
ResponderEliminarJusto anoche leía estas palabras de Jordi Balló y Xavier Pérez en "La llavor inmortal. Els arguments universals en el cinema" en el apartado "Epifanías interiores" del capítulo "El intruso benefactor".
Ahora te leo a ti.
He visto varias veces la película pero ahora siento la necesidad urgente de revisionarla.
Me hace falta verla otra vez después de que tú nos la hayas contado.
Coincido con Blanco: hace falta el cine y haces falta tú para contárnoslo.