18/1/12

El barquero amigo


Acabo de saber que ha muerto Carlos Pujol. Tengo siempre a mano Algunos poemas de Emily Dickinson, elegidos y traducidos por él, un libro editado en la colección La Veleta, que dirige Andrés Trapiello. El domingo vine aquí con tres de esos poemas, uno por cada año de esta escuela. Le debo a las traducciones de Carlos Pujol horas lentas inolvidables, El pasajero clandestino de Simenon, Cien poemas de John Donne -El corazón es tan poquita cosa / cuando cae en las manos del amor...- o El primo Pons de Balzac. Entendía la traducción como un puro ejercicio con las palabras que le hacía ser más humilde y exacto. Además de traductor, fue poeta y novelista. Y un sabio. Y un maestro, del que a uno le hubiera gustado contarse como alumno. Me gusta verlo como el barquero de las palabras, que me acercaba páginas tan bellas a la orilla de un idioma que puedo leer. Adiós, amigo.


1 comentario:

  1. Fíjate que casualidad, hoy he empezado a leer Por si algo me ocurriera, del magnífico Simenon y la traducción es de Carlos Pujol....

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