El viernes supe de la muerte de Irm Hermann (el martes).
Irm Hermann en un fotograma de Effi Briest.
Cómo olvidar a Irm Hermann, en un papel con su nombre, en El mercader de las cuatro estaciones.
Trabajó con el cineasta en dieciocho películas y dos series de televisión, si no me fallan las cuentas. Sólo algunas menos que Hanna Schygulla.
Según Fassbinder, las dos actrices habían decretado que juntas componían un retrato muy fiel de la madre del cineasta, Liselotte Eder.
Irm Hermann y Hanna Schygulla
en Acht Stunden sind kein Tag,
una serie de cinco episodios.
Probablemente ninguna actriz haya rodado nunca tantas películas con un mismo cineasta como ellas.
Irm Hermann también le mecanografió más de un guión, y le dio cama y comida cuando más falta le hizo.
No debió ser nada fácil formar parte de aquella troupe. Ni mantenerla unida. Y menos aún vivir con Fassbinder.
El grupo Antiteatro. Fassbinder, sentado en el centro.
A su izda, Irm Hermann y Hanna Schygulla.
El núcleo de la troupe del cineasta.
Un viaje de vacaciones con una troupe de amigos. Ése era el plan.
Nada más aterrizar compró los billetes de vuelta. Tenía que rodar la película recién escrita. Se habían acabado las vacaciones.
Irm Hermann fue Marlene en Las amargas lágrimas de Petra von Kant.
Y cuesta tan poco imaginar esa Marlene tan cercana a la propia Irm Hermann.
En menos de diecisiete años Fassbinder rodó más de cuarenta películas y dos series de televisión, la mencionada de cinco episodios y la admirable Berlin Alexanderplatz, de catorce.
Ya dormiré cuando esté muerto.
Irm Hermann, compañera y cómplice en ese torbellino desde primera hora.
Irm Hermann y Fassbinder en Todos nos llamamos Alí.
Fassbinder murió a los 37 años recién cumplidos. No sé si alguna vez alguna obra mereció hasta ese punto las ocho letras de urgencia.
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