El Museo d'Orsay preparaba una exposición sobre los años de juventud de Cézanne y Virginie Herbin, responsable de la sección de audiovisuales, les encargó una película sobre el pintor a Danièle Huillet y Jean-Marie Straub. Y les dio carta blanca.
Hacía tiempo que los Straub acariciaban un proyecto sobre Cézanne; como siempre trabajaban a partir de un texto, eligieron el Cézanne de Joachim Gasquet (editado aquí por Gadir hace diez años -Cézanne. Lo que vi y lo que me dijo-, en una traducción de Carlos Manzano) para componer la conversación que escuchamos en la película -el pintor en la voz de Danièle Huillet, y Gasquet en la de Jean-Marie Straub-, y le encargaron la fotografía al gran Henri Alekan. El cortometraje (unos 50') se articula en torno a alguna fotografía de Cézanne, algunos de sus cuadros, vistas de la montaña Sainte-Victoire, fragmentos de Madame Bovary, de Renoir, y de La muerte de Empedocles, de los Straub -a partir del texto de Hölderlin-, y el off de la conversación.
Primera página del texto trabajado
por Huillet y Straub en Cézanne.
El título del filme (de 1989) reza Cézanne - Dialogue avec Joachim Gasquet. Al Museo d'Orsay no le gustó nada, pero nada nada, la película, y la rechazó, y Virginie Herbin, la responsable del encargo, dimitió. Claro, no tenía nada que ver con un documental al uso sobre un pintor; era cualquier cosa menos un biopic espectacular (ni siquiera lo que se dice entretenido, ¡ah, el entretenimiento!), y además partía de un testimonio sobre Cézanne que los expertos consideraban poco fiable, o sea, unas memorias -las de Gasquet- con demasiada inventiva (y bien mirado, ¿qué va a hacer la memoria sino inventar?). En fin, repudiaron el Cézanne, y ni pensar en ocupar el pupitre en la escuela, para mirar y escuchar la lección de pintura (y de cine) que, con franciscana sencillez, Huillet y Straub habían dispuesto para los espectadores. Se ve que la directiva del Museo d'Orsay estaba en las antípodas de gente como Daney, para quien Danièle y Jean-Marie eran los maestros que nos gustaría tener, y avisaba:
Para aprender es necesario ir a la escuela. No tanto a la escuela de la vida, sino más bien al cine como escuela.
Ante la Sainte-Victoire, Cézanne dijo una vez:
Contemplad esa montaña. Antes era de fuego.
En otro momento de la película escuchamos a Cézanne en la voz de Danièle Huillet:
No somos sino un poco de calor almacenado, organizado, un recuerdo de sol, un poco de fósforo que arde en las meninges del mundo.No recuerdo quién dijo que Cézanne es pegar su ojo a la cosa hasta el punto de fundirnos en ella. Otras veces siente uno como si llevara la cosa tan lejos en el tiempo que sólo pudiera ser recordada, mirada de memoria. De una memoria mineral. Y quién sabe, quizá así volver a ser sol.
Orsay en excelente "fóra de xogo" e Cézanne facendo matemáticas visuais... graciñas pola nova ollada (para min completo gol!) de algo máis ou menos "visto"...
ResponderEliminarA todo esto, estou usando o galego por ver noutro sitio que "era de Tui"... sentiría molestar! Estamos na Rede e conviña ser o máis cosmopolitas (hei Grecia!) posible...
Este blog necesita como minimo una pagina de facebook, es demasiado bueno para permanecer asi de oscuro
ResponderEliminar