11/12/16

El órgano y la función


Raymonde (la gran Arletty) consuela a un Prosper (Bertrand Blier) con el corazón roto, en una escena deliciosa de Hôtel du Nord (1938), de Marcel Carné, con guión de Jean Aurenche y Henri Jeanson (autor de los diálogos), a partir de la novela (con el mismo título) de Eugène Dabit.


En sus memorias, Carné escribió, con toda la razón, que Arletty no era la protagonista, pero era el alma de la película. Hay que verla, desde luego, pero -ojo- no lo olvidemos, hay que escucharla, también en Le jour se lève (1939) o en Les enfants du paradis (1945), también con Carné. Hay que ver esa voz.

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