21/6/20

Algo así como...


Casi diría que Los Soprano fue lo mejor que le pasó a la televisión en los últimos veinte años. Desde luego no vimos nada mejor que Tony Soprano.


O lo que viene siendo lo mismo: lo mejor que le pasó a la televisión en los últimos veinte años fue James Gandolfini. Qué digo veinte, en los últimos cuarenta por lo menos. Se nos fue hace siete años (se cumplieron el viernes).


Recuerdo dos textos espléndidos in memoriam Gandolfini. Uno de nuestro querido Roberto (Villar Blanco). El otro de Marcos Ordóñez (el germen podéis encontrarlo en la nota de un cuaderno agavillada en la página 135 de Una cierta edad).


Uno te hacía preguntarte (te obligaba a imaginar) qué tal si tu padre fuese Tony Soprano (atrévete a pensarlo). Otro te hacía ver al niño agazapado en Gandolfini, escondido en la esquina de un plano.


Decía un viejo (y sabio) director que a los actores no se les dirige: se les elige; y, como mucho, se les corrige. Debemos estarle eternamente agradecidos a David Chase por haberle encomendado a James Gandolifini encarnar a Tony Soprano.


Durante años le tuve envidia (de la sana y de la otra) al creador de Los Soprano, pero uno ya tiene una edad y Ángeles, que me prescribe siempre lenitivos propicios, sólo me permite, en casos así, la rendida admiración.

Muhammad Ali con James Gandolfini 
en el set de Los Soprano.

En una entrevista le preguntaron a James Gandolfini qué le gustaría que le dijese Dios si existiera el paraíso. Se lo quedó pensando y se echó a reír:
Algo así como: hazte cargo un rato de todo esto, vuelvo enseguida.

A ver, Dios, ya estás tardando. No sé si me explico.

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