14/10/13

La última escalera (de Ozu)



Cuando termina una película de Ozu lo que me pide el cuerpo es abrazar a Ángeles. ¿Qué sería de uno si a ella no le gustara el cine de Ozu? Para empezar -o para terminar- no vería conmigo sus películas. Y si no vemos juntos las películas de Ozu, ¿qué sería de nosotros? (Por no hablar de las películas de Ford, Renoir, Mizoguchi, Rohmer o Godard.) Acabamos de ver -una vez más- Sanma no aji (1962), la última película de Ozu, que aquí se tituló -según cuándo y dónde- El sabor del sake, El sabor del pescado de otoño o Tarde de otoño (creo que una traducción más o menos literal sería "El sabor de la caballa"). Sanma no aji se ha visto como el testamento y síntesis de la obra de Ozu; en realidad, se trata de una de sus variaciones sobre el tema declinado en Banshun (1949) y Akibiyori (1960): el matrimonio de la hija que cuida al padre o a la madre viudos, o dicho de otra forma, cómo la madre o el padre toman conciencia de que deben dejar de ser una carga para las hijas solteras.


Y cuándo el padre (siempre Chisu Ryu) o la madre escuchan el silencio del corazón de la hija. Un silencio que grita en un bellísimo campo/contracampo de Michiko (Shima Iwashita) en Sanma no aji, a solas en su íntimo refugio doméstico, siempre en el primer piso de la vivienda familiar adonde se llega por una escalera casi siempre invisible en el cine de Ozu.


Un silencio que rima con la soledad del final del padre en Banshun (con la piel de la manzana).


Por supuesto, el clímax nunca es la boda -que resulta elidida- sino justo el momento previo, cuando la hija, vestida ya con el traje nupcial, se dispone a separarse de la madre o del padre. Luego llega la noche en la casa desolada, con el estruendo de un vacío que ni todo el sake del mundo puede aliviar.


La última secuencia de la última película de Ozu. Los últimos planos. Y sí, esta vez filmó la escalera. Quebrada por una sombra. La sombra de una ausencia. La medida de un silencio. La última escalera.

Ozu y su madre en 1956

(Ozu vivió con su madre casi toda la vida. Murió dos años después que ella. El 14 de mayo de 1962, en vísperas de ponerse manos a la obra con Kogo Noda en el guión de Sanma no aji, Ozu anota en su diario: Nubes y lluvia por la noche. Cien días desde el fallecimiento de mi madre. Paseo hasta el gran cerezo, que ha empezado ya a florecer. A partir de mañana, Noda y yo vamos a ponernos por fin al trabajo.) 

1 comentario:

  1. Daniel, leí tu entrada y me puse a buscar películas de Ozu, esta tarde he visto Cuentos de Tokio, espero poder tener en breve esta que comentas.
    Un abrazo

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