20/1/12
Que la tumbe Lola
Me he pasado medio día ayer y medio hoy llenando cajas con libros. Y se van a quedar ahí unas semanas. Hay pocas ocupaciones más tristes, quizá encerrar pájaros. Uno hasta se arrepiente de tenerlos, de no haberse conformado con cien, o quinientos, y, para espantar sombrías cavilaciones, se obliga a pensar que esas semanas van a pasar volando y que disfrutará liberándolos y dándoles un nuevo hogar donde volverán a hacernos compañía.
Entonces Ángeles me sacó de casa, a tomar unas cervezas frente a las dunas, y a la vuelta escuchamos en el coche Melodías Pizarras de Radio 3 -a veces hay que pellizcarse para creer que no estamos soñando, que de verdad aún existe algo como Radio 3 (El Café del Sur, Toma Uno, El Hexágono, El Sótano, Cuando los Elefantes Sueñan con la Música...)- y ponen un tema del gran Eliseo Grenet (el de Ay Mama Inés, por citar uno de sus temas más populares), que allá por 1905, a sus doce años y por un dolar al día, ya le ponía una banda sonora con el piano a las películas mudas en el cine La Caricatura de La Habana, y acabará componiendo la música para los Motivos de son de Nicolás Guillén. Cómo no rendirse a una conga de tan maravilloso estribillo: Yo no tumbo caña / que la tumbe el viento / que la tumbe Lola / con su movimiento... Y sí, entonces parece que hasta los libros se abren y echan a volar, porque la espera pasará en un vuelo. Pues eso, que la tumbe Lola...
¡¿Estamos de mudanza?!
ResponderEliminarEfectivamente. Empezando.
ResponderEliminarQue os sea leve!!! además seguro que es para mejor
ResponderEliminarEn las mudanzas uno aprovecha para inventariar sus posesiones y a veces, incluso, para reinventar sus pasiones. No digo que sea el caso, pero a veces pasa.
ResponderEliminarUn abrazo y mucha suerte.